La Filosofia Occidental: Santo Tomas
Introducción: El horizonte de la nihilidad.
Aparentemente, la filosofía occidental enfoca el problema en una línea
similar a la del mundo griego. Aristóteles terminaba enfocando la filosofía
primera como una theologia. Considera al Theós como una ousía
que se basta a sí misma. Esto todas las ousíai, pero la de Dios
de una forma plenaria. No necesita de otro para devenir y llegar a ser. En
este sentido, el Theós como algo determinado está a doscientas
leguas de lo que será para nosotros la infinitud. Dios es inmutable,
pura forma sin materia ninguna, no necesita de otro y se basta a sí
mismo. Inteligencia y voluntad qeu se basta a sí mismas porque carecen
de objeto distinto de sí mismas. El que la realidad sea cognoscible
para Dios es un problema que Aristóteles no se plantea. Noesis noesews.
La felicidad está en esta autosuficiencia. Nada semejante a la idea
de un Dios infinito en la filosofía occidental. El Theós de
Aristóteles está perfectamente determiando. No necesita de otro.
Visto desde el horizonte de la movilidad: motor inmóvil. La intelección
de sí mismo y la volición de sí mismo no tienen nada
que ver con lo que en la filosofía occidental será la reflexividad.
El intelecto divino es objeto divino, pero no se plantea cómo la intelección
puede volver sobre sí misma. Dios sólo se ocupa de sí
mismo y los hombres de sí y de las cosas. La relación de Dios
con el mundo desde el punto de vista de Dios es nula. Además Dios no
ha hecho el mundo, sino que está ahí. No es causa eficiente
del mundo y tampoco lo pone en movimiento como causa eficiente. Los movimiento
semergen de las sustancias, no pende de la acción divina. Lo único
que hace el motor inóvil es suscitar el movimiento: en las cosas hay
un deseo, no de ir a Dios, pero sí de estar en movimiento. Si mueve
es como objeto de amor.
La filosofía occidental inscribe sus pensamientos e un horizonte completamente
distinto. Se sigue hablando de teología, pero lo que hay detrás
de estos conceptos es algo abismáticamente distinto. En primer lugar,
Dios es una realidad que existe en sí misma, pero dotada de un carácter
personal. Además su suficiencia no está en que conoce a sí
mismo, sino que se conoce a sí mismo por su infinitud. De ahí
que sea imposible el politeísmo. En Aristóteles son posibles
réplicas. Aunque dijo que "no es bueno que haya muchos soberanos
y habló de un solo motor, por influencia de la astronomía (muchos
círculos) admite muchos motores. Como la esfera de Parménides
se multiplicó en los átomos de Demócrito, el Motor de
Aristóteles carece de infinitud, que es lo que evita la multiplicación.
La relación con el mundo es totalmente distinta: creación desde
la nada. No todavía claramente en el génesis (capítulo
segundo es más un hacer de alfarero). En el libro de los macabeos es
claro: creación de la nada. Algo que antes no era: ex nihilo sui (pero
esto en todo hacer). Además: ex nihilo sui et subjecti. Las creaciones
en el universo tienen un sujeto, son alteraciones. La creación es la
posición de la alteridad sin alteración: pone alteridad sin
alteración suya ni de ningún sujeto. Dios es causa eficiente
de toda la realidad del mundo. Es causa final. Ciertamente es un dato de fe,
pero tiene una importancia decisiva para el horizonte de la metafísica
desde este momento hasta nuestros días. Para el griego, ser de veras,
ser siempre. Ahora lo primero que se piensa de las cosas es que puede no haber
sido sino nada. Horizonte de la nihilidad. No ser-siempre, sino ser no-nada,
ser creado. El hombre no es ente con lógos para decir lo que las cosas
son, sino viador entre su casi-nada y Dios, realidad plenaria. Buenaventura:
Itinerarium mentis in Deum. Es una visión estrictamente teológica
o al menos teologal. En este horizonte se reciben las ideas griegas.
Santo Tomás. En primer lugar, depura los conceptos Aristotélicos,
no da la metafísica por hecha. En segundo lugar, hay que considerar
la visión tomista del ente.
Art. I. La depuración de los conceptos aristotélicos. Esta depuración
tiene dos partes: la idea que Tomás tiene de lo que es la metafísica,
y la idea que tiene de lo que es el objeto de de la metafísica.
I) La idea de la filosofía como metafísica. Dualidad de la concepción
de la metafísica en Aristóteles: ciencia del ente en cuanto
ente y teología. Además, también dice que trata que de
las cosas en tanto que son la metafísica busca razones y causas últimas.
Tomás ahora dice: según estas tres perspectivas, salen tres
nombres.
a) Es ciencia divina o teología cuando trata de las sustancias separadas.
Pero esa sustancia separada no es el Theós de Aristóteles, sino
el Dios personal e infinito. Separado del mundo sólo en cierto sentido.
La teología es una ciencia que se refiere a Dios en tanto que objeto
de actos religiosos. La idea del theós se inscribe en una visión
teologal y religiosa del mundo. Al motor inmóvil no se le reza.
b) Es metafísica en cuanto ciencia de l ente y todo lo que sigue respecto
del hecho de ser ente. Parece que repite a Aristóteles, pero hay inflexiones.
Aquí es ciencia del ente, y ente no traduce sin más al tó
ón. Aristóteles piensa en lo que decimos cuando el lógos
dice de algo "que es". Y se dice al menos en cuantro sentidos, y
ni siquiera en el sentido de las categorías es propiamente un ente.
Tomás dice además de la metafísica que "esta transfísica
se encuentra por vía de resoluciones y análisis conceptual,
como lo más común es conocido después de lo menos común".
Para Aristóteles la metafísica era sin más filosofía
primera, respecto a la cual la física por ejemplo era filosofía
segunda. El editor habló de metafísica como "lo que viene
después de la física". Aquí Tomás dice directamente
que los caracteres del ente son "trans-físicos" en el sentido
de que vienen después de la física. El metá se traduce
por trans, y esto es decisivo para la metafísica occidental. Aquí
se estudia algo que pertenece a todas las cosas, pero que en cierto sentido
está allende de ellas. Lo transcedental es lo que define lo metafísico.
Mientras en Aristóteles el ser es un carácter que tienen las
cosas por el hecho de ser y formar la unidad del cosmos, aquí esos
caracteres son los caracteres más comunes y universales de las cosas.
El kathólon de Aristóteles tiene el sentido de universalidad.
Magis communia.
c) Es filosofía primera en cuanto considera las causas primeras de
las cosas. Como la causa primera es el Dios creador, la filosofía es
teología metafísica de la creación. Para Aristóteles
la filosofía primera era ciencia del ser en tanto que ser y era teología.
En Tomás los dos conceptos se unifican: el ente en tanto que ente tiene
a Dios por causa primera. No es denominación a potiori, sino que forma
parte de la contextura interna de la metafísica.
En definitiva, interpreta el metá como trans y convierte la metafísica
en transfísica. Pero más graves son las depuraciones en el objeto
de la metafísica.
II) El objeto de la metafísica y la idea del ente. El objeto se puede
considerar en dos planos: en el cognoscitivo y en el orden de la realidad.
I) En el orden cognoscitivo. Inteligir es formar conceptos. Algo ajeno a los
griegos, que no tuvieron la idea de concepto (Cicerón y tal vez los
estoicos). Es un orden conceptivo. Concepción es abstracción
(repitiendo aparentemente a Aristóteles frente a Platón). Abstracción
como negatividad: dejar de consideara aspectos. Positivamente es constituir
el objeto pura sobre el que va a caer el acto intelectivo. Puede tener según
Tomás distintas formas:
1) En primer lugar, prescinde de los caracteres individuales. Queda una realidad
sensible despojada de caracteres individuales. Es posible entonces ciencia.
Esto es la física medieval. Para los griegos la física era ciencia
del ens mobile, y esto se repite ahora, pero lo primero es ahora que se toma
la sustancia sensible en cuanto sensible. Todavía queda mucho para
la física moderna. Esta surge cuando a diferencia de la física
antigua y medieval se despreocupa del movimiento como estado del móvil
y se centra en la realación funcional de una realidad con otra (movimiento
como función y no como estado).
2) Segundo tipo de abstracción sería prescindir de lo cualitativo.
Queda sustancia cuantitativa. No cantidad sensible, sino cantidad inteligible,
propia de la matemática. A doscientas leguas de la matemática
moderna, que no es ciencia de la cantidad, sino ciencia de estructuras de
conjuntos abstractos, sean o no cantidades. Tampoco se puede decir que la
geometría es ciencia de la cantidad continua y la aritmética
ciencia de la cantidad discreta. Hay geometrías no continuistas. Y
hay un continuo numérico (número irracional, raíz cuadrada
de 2). Es posible que los elementos de un conjunto sean cantidades, pero hay
conjuntos de polinomios, de funciones. El conjunto no se define por eferencia
a la cantidad, sino si se da un criterio unívoco para que ante una
cosa determinada se diga si ese objeto posee o no una propiedad. Que la propiedad
sea cuantitativa es algo accidental.
3) Prescinde de toda cantidad sensible e inteligible y queda la sustancia
en tanto que sustancia. Lo que queda es el ente. idea del ente como aquello
que es en tanto que es.
Pregunta ahora por los caracteres que tiene el objeto así constituido.
A) En primer lugar, el ente es la máxima abstracción. Las consideraciones
de la transfísica atañaen a los máximamente communia.
Claro, habría que haber discutido si lo propio de la inteligencia es
formar conceptos. Si así no fuera...
B) El concepto de ente no solamente es el más abstracto, sino que tiene
una primariedad radical. En él se resuelven todos los demás
conceptos del entendimiento, pues concebir es concebir sienpre que algo es
así o asá... Esto quedaría en entredicho si lo primario
del intelecto fuera forjar conceptos. Se trata de problemas, no de la metafísica
como un todo ya dado.
C) Además, como todo conceptorespresenta un momento unitario respecto
de las cosas concebidas (concepto de hombres frente a todos los posibles hombres)
hay que preguntarse que unidad tiene el concepto de ente.
a) Con Aristóteles dice que el ente no es un género. Así
como se divide la vida toma da como género en distintos tipos de vivientes,
y éstos a su vez por sus principio individuales, esto es quimérico
tratándose del ente. Para diferir hay que añadir una diferencia.
Esta diferencia no puede estar en el ente, porque si no no sería añadido.
Si está fuera del ente, no es nbada, no hay diferencia. A la idea del
ente no se le puede añadir nada. Las categorías como géneros
supremos de los que Aristóteles hablabla (sustancia y nueve accidentes)
no son especies de seres, sino que son diversidad de seres. No di-fieren,
sino qeu son primo diversa. No hay unidad genérica, es un concepto
aparte respecto de los demás.
b) Pero está realizado en todas las cosas que hay. Cada cosa se resuelve
en el ente. El ente es algo realizado en todas las cosas pero que no difiere
específica ni genéricamente en las unas respecto de las otras.
Está en todas ellas, pero transcendiendo en el fondo de ellas y sobre
ellas: "estar-en-sobre" como sentido del transcender. Unidad transcendental.
Realizado en todos los entes, pero no limitado a ninguno. En el ente no hay
división como en los géneros, sino que hay contracción.
Se contrae en cada uyno de los géneros supremos. Unidad transcendental.
c) ¿En qué consiste lo propio de esa unidad transcendental?
Analogía del ente como expresión no está en Aristóteles.
El contenido del concepto está en las cosas que son, pero en cada una
está a su modo. Es analogía de atribución más
que de apropiación, como dicen los tomistas, pero es la que cuenta.
Si no en todas las cosas individualmente tomadas, en los distintos génerso
supremos se realiza de una manera distinta. Coo cualidad, como cantidad, como
sustancia, como relación. Son entes en cuanto responden a la pregunta
qué es y al concepto universal de ente, pero este concepto se contrae
a un modo de ser. Unidad transcendental y analógica. La idea del ente
es la suprema abstracción en la que se resuelven todos los demás
conceptos.
II) Todo ello en el orden de los conceptos. Hay que ver qué cosa en
el orden de la realidad responde al concepto de ente. No concepto, sino entidad.
Digo entidad para evitar la crítica de Heidegger, que es volcar una
filosofía sober el pasado. Si la distinción que Heidegger propugna
hubiera existido desde Parménides la historia de la filosofía
hubiera sido otra. Habrá habido malentendido, pero las cosas tienen
su límite. Entidad efectiva de cada cosa y no su conceptos. Tres cuestiones:
qué entiende Tomás por ente, cuáles son los caracteres
del ente, y qué relación hay entre esos caractes y el ente de
quien son. Pregunta justificada, puesto que se ha dicho que al ente no se
le puede añadir nada.
1) Qué entiende Tomás por ente. Aparentemente repite a Aristóteles.
Pero con una inflexión: El ente es aquello cuyo acto es ser. Aristotles
no habló del ser como acto de una cosa. Es discutible también
qué entiende Tomás por acto. Ente es todo aquello cuyo acto
es ser. Entonces se pregunta qué es el "id", el "aquello"
cuyo acto es ser. ¿Es algo que está fuera del ser? Si es nada,
el ser no es acto. Si es algo, el ser no es lo último y radical. Grave
problema metafísico. Considera las cosas como entes. Es lo que llamo
la entificación de la realidad. Ya veremos la gravedad. ¿Y si
lo primero y radical de las cosas no es ser? Lenguas qeu carecen del verbo
ser. O que apenas lo usan, como las antiguas lenguas semíticas. Tomás
toma res como sinónimo de ens. Entificación radical de la realidad.
2) Esta entificación lleva consigo para las cosas unos caracteres.
En primer lugar, si considero el ente de modo afirmativo todo ente es res,
tiene una quiddidad, una esencia. No tiene nada que ver con el sentido que
le doy en mi libro. Aquí esencia es el contenido esencial de todo ente.
Pero esto se puede considerar negativamente. Junto a ese res tenemos entonces
la unidad, el unum. Tomás dice que es una cosa negativa porque, depurando
a Aristóteles, se niega a llevar el problema de la unidad por la vía
de Platón (oposición de lo único y lo múltiple,
que culmina en el Parménides y en el Sofista; Aristóteles entendió
que lo esencial no es que haya otros unos, sino que uno sea un otro; y es
que ese un está constituido por su interna indivisión). El uno
es un carácter transcendental pero negativo. Tomás, con Aristóteles,
sabe que hay muchas clases de unidad (accidentales, colectivas). Le interesa
la unidad per se: la que constituye el uno. En el caso de la especie humana,
la unidad interna entre animalidad y racionalidad (no entre Sócrates
y la música). El ente, no tomado en sí mismo, sino relativametne
a los demás. En una perspectiva negativa, es otro que los demás.
Aliquid. Ser algo significa no simplemente ser una res, sino ser algo distinto,
algo que no es el otro. ¿Se puede decir que Dios sea algo en este sentido
respecto del mundo? Quede la cuestión en suspenso. Respecto a los demás,
pero considerado positivamente, el ente está llamado a aprehender todo
ente: es justamente el verum, la inteligencia. No es un verum logicum, sino
de la condición intrínseca y formal por la que todo ente es
término de un verum, de una inteligencia. Lo msimo puede decirse de
la voluntad. Toda entidad es bonum, aquellos que todos desean. Aristóteles
dijo que la psyjé puede en cierto modo serlo todo, y tomás dice
también que el anima en es cierto modo todo. Pero este omnia es un
omnia en la línea del ente en cuanto tal. Por eso la conveniencia en
el orden del bien y de la verdad es transcendental. Estos transcendentales
están erizados de problemas. Por ejemplo, al concepto de ente en cuanto
tal no compete que haya muchos entes. Serían transcendentales hipotéticos.
En segundo lugar, que toda entidad sea intrínsecamente inteligible
no es claro. Tomás sabía que ni la inteligencia humana de Cristo
podría inteligir comprensoramente su filiación (sólo
el Verbo)...
3) Cuál es la relación de estos caracteres con el ente. Al ente
no se le puede añadir nada: se le añadiría nada.
a) En la metafísica de Tomás, estos caracteres del ente se hallan
fundados en la entidad y por razón de ella se puede hablar de estos
caracteres transcendentales. El ente y sus caractesres transfunden todos los
entes que son. Dios es la causa proffundens de todo ente y de sus diferencias.
Estos caracteres se fundan en el ente y a fuer de tal son transfundentes.
b) Pero no añaden nada al ente; no serían anda. Tomás
acude a Aristótels: formalmente el ente y el uno no son formalmente
idénticos, pero se acompañan uno al otro. La escolástica
traduce el akoluthein por convertir: cada uno de esos caracteres se convierte
con el ente. Nuevas dificultades: si se convierten en el ente, cada uno de
ellos se puede tomar como punto de partida. La metafísica posterior
va ser la puesta en marcha de esta posibilidad.
c) ¿Qué significa esta conversión para Tomás?
No son caracteres añadidos al ente, sino que es el ente mismo, pero
más expresamente concebido según los distintos puntos de vista
en que nos hemos ido colocando. ¿No son más que expresión?
El escolástico hablaría de distinciones de razón cum
fundamento in re. Pero volvemos al punto de partida: cuál es ese fundamento
in re. Aparece aquí el problematismo de la expresión, orientado
a la función de concebir y juzgar. ¿Es el orden transcendental
la expresión de los caracteres que conceptivamente el hombre concibe
cum fundamento en el ente?
En definitiva, el orden del ente es transdendeltal. En segundo lugar, transfundente.
En tercer lugar, está referido a su causa primer transcendente. La
unidad no es semántica ni conceptiva. Hau que ver cómo ve Tomás
el ente en el horizonte de la nihilidad. Lo demás es el órgano
mental depurado para afrontar esta cuestión.
Resumen: Los conceptos en el nuevo horizonte. Metafísica como ciencia
de las sustancias separadas, como ciencia del ente en cuanto tal y como ciencia
de las causas últimas del ente en cuanto tal. Tomás depura el
objeto de la metafísica en el orden cognoscitivo y en el orden de la
realidad. En el orden cognoscitivo apela a la inteligencia cuya función
primaria sería formar conceptos. El ente sería el concepto más
abstracto. Además, goza de una primariadad radical y en tercer lugar
posee una interna unidad, que no es la de género, sino que es transcendental,
pues está sobre todos los géneros, pero contraído a cada
uno de elos. Y realizado en cada uno de modo analógico. En el orde
de la realidad, parte del ón aristotélico, y lo define como
id, cujus actus est esse. Pero la cuestión es saber cuál es
el sujeto de esa acto. Entificación de la realidad. Cinco caracteres
de la realidad. Quiddidad, unidad, aliquid, y conviene con dos dimensiones
de un posible ente que es el alma: verum y bonum. Esos caracteres se fundan
en el ente, acompañan todas las cosas por ser entes. Son trans fundentes.
En segundo lugar, no añaden anda al ente, sino que convienen con el.
El tercer lugar, no sólo son transfundentes y convierten con él,
sino que además expresan al ente de modo más expreso. El ente
está referido a la causa primera, que es Dios. El orden del ente es
por ello un orden transcendental, un orden transfundente y un orden transcendente.
Esta no es la metafísica, sino que ésta comienza cuando una
vez tomado el ente así acotado se le ve en el horizonte de la nihilidad.
La metafísica, como ciencia de la sustancia separada, del ente en cuanto
en te y de la causa última, es en el fondo al referido a Dios. Para
ello hay que preguntarse cuál es la visión del ente que tiene
tomás y en segundo lugar cómo es posible tener una intelección
verdadera, es decir, cuál es la índole del conocimiento metafísico
de este ente.
Art. 2: La visión del ente en Santo Tomás. El ente en Aristóteles
está visto en el horizonte de la movilidad: lo que cambia plantea la
pregunta por lo que siempre permanece. Para Tomás los entes son creados.
Horizonte de la creaturidad, que va a cambiar la estructura interna de la
metafíscia. las cosas aparecen como creaturas. Visión del propio
Dios, visión cracional. Interpretación del ente desde el horizonte
de la creacionalidad. Dos aspectos: las cosas en el horizonte de la nihilidad
del que han salido y Dios dentro de este horizonte.
I) La entificación de lo real: el horizonte de nihilidad y la finitud
intrínseca del ente creado. Las cosas en el horizonte de la nihilidad
son cradas. Tomás destaca la finitud de las cosas creadas.
A) Las cosas en sí mismas.
1) En primer lugar, las cosas son limitaciones, péras decían
los griegos. Pero aquí se trata de algo complemente distinto. Para
el griego determinaciones intrínsecas que constituian positivamente
lo que las cosas son. Para Tomás se trata de una intrínseca
finitud en virtud de la cual decimos que son imperfectas. Solo Dios sería
la res perfecta, y la imperfección de las cosas estarían en
su carácter de creadas. El ser creado es ante todo ser algo imperfecto.
Ser creado es no ser Dios por naturaleza, decía Agustín. Como
Dios es perfecto, es la imperfección intrínseca. Para el griego
el ón comienza por ser algo, aquí comienza por ser no-nada,
como dicen los místicos. En la medida en que hay referencia a la no-nada
hay imperfección.
2) Tomás va a hacer una interpretación entitativa de esta imperfección,
echando mano de los conceptos aristotélicos depurados por él.
Lo radical de las cosas es ser entes. No se cuestionó si ser ente está
fundado en una dimensión más honda. Pregunta de la relación
entre el "id" y el acto de ser. En esta perspectiva, si la finitud
es radical, lo que es propiamente finito es el acto de ser. Habría
que ver si la idea de creación sobre la que todo esto descansa es más
una verdad de fe que de razón. Lo de Tomás no deja de ser una
interpretación: la imperfección de las cosas, en tanto no son
Dios como imperfección de su acto de ser. De este modos, los caracteres
transcendentales son los más comunes a las cosas creadas en tanto que
creadas. Esto cambia el sentido y la perspectiva. Lo común a todo ente
en tanto que creado son esos caracteres fundamentales. Pero Tomás remite
el ente a sus causas primeras:
B) La entidad creada. Como lo radical de las cosas es ser ente, lo causado
por Dios es la entidad. El ser mismo es el efecto más común,
el primero y más íntimo de todos los demás efectos. Los
neoplatónicos decían que la primera de las cosas creadas es
el ser. Esto no lo admitiría Tom-as, pero el aspecto entitativo es
el término primario de la cración. Interpretación entitativa
de la acción creadora. La creación como emanación de
todo el ente de la causa universal que es Dios. No emanatismo plotiniano,
sino emanación como efecto de la causalidad divina. Toma la cración
desde la entificación de lo real, por lo que dice más que Agustín:
no solamente no ser por naturaleza Dios, sino emanar de la causa primmera
que es Dios y además, salir de la nada. La entidad procede de no del
ente sino de la nadad. Como toda entidad emana de Dios, la entidad está
producidad ex on ente, ex nihilo. Son dos momentos distintos: la creación
y la creación interpertada entitativamente. El texto hebreo dice: Sea
la luz y la luz fe hecha, pero el sea es ahí HYH, que en hebreo significa
ser, pero en el sentido sustantivo de existir o haber realidad: Y fue la palabra
de Dios al profeta Nahum: significa que hubo esa palabra. Dios dijo: haya
luz. Que ese haber sea entitativo es interpretación. Por eso dice que
Dios es una causa que transfunde todo ente y sus diferencias. En definitiva:
1) todo lo creado tiene un ser finito; definición entitativa; 2) la
creaciónconsiste en que el ente está producido desde el no ente;
3) en estar producido desde el no ente consiste la finitud de la entidad.
Las dos definiciones de metafísica se unifican: teología y ciencia
del ente en tanto tal. El problema es cuando desde aquí ve a Dios.
II) La entificación de Dios. Entender a Dios racionalmente, sin recurso
a la revelación, sería entender a Dios como creador. Dios es
infinitamente perfecto. Es la transcendencia de Dios. La transcendencia tiene
tres momentos, cada uno presupone el anterior.
1) Dios creador de todas las cosas (no entes, sino cosas). Diferencia radical
con Aristóteles. El Théos es un télos extrínseco
a las cosas que suscita movimiento. Para Tomás es causa productora
de las cosas desde la nadad: transcendencia creadora. Aquí se fundan
los otros dos, más problemáticos:
2) Las cosas cradas son entes. Interpretación entitantiva. Dios ha
producido la entidad fuera de él. Aquí es transcendencia entificante,
que spone la anterior. tomás no prueba la existencia de la creación
partiendo de la idea de ente, sino que interpreta la transcendencia entitativa
de Dios partiendo de que las cosas son creadas. Dios está allende la
entidad de toda criatura. Cayetano (tomista) deice que la res divina está
por encima del ente, por encima del uno, por encima de la verdad. Dios es
creador de su propio orden transcendental. Dios origen de las cosas y de aquello
que en ellas constituye su propio orden transcendental: la entidad con todos
sus caracteres. ¿Y Dios en sí mismo?
3) Qué es en sí mismo la causa primera. Caben dos vías,
en la historia de la metafísica y de la teología medieval.
a) Mario Victorino: Porque Dios es transcendente está más allá
del ente. Pro-on. El maestro Eckehart: El ser no se encuentra formalmente
en Dios, nada de cuanto hay en Dios tiene razón de ente. El ente, intrínsecamente
finito.
b) Tomás concede que si llamamos entes a las cosas que son, en la medida
en que no se parecen intrínsecamente a Dios, Dios sería no-ente.
Para Tomás Dios está allende este orde transcendental, pero
de una manera eninente es también ente. Hay que ver qué es esa
manera eminente. Dios sería el Ipsum esse subsistens. Aquí se
trta de una transcendencia hiper-entitativa (vía de eminencia). Lo
es por ser a se, mientras que todas las demás cosas son entes ab alio.
Tomás dirá que este concepto de ente es analógico: distinta
manera de ser las cosas y Dios. El concepto se encuentra realizado de distinta
manera en las cosas y en Dios. Si fuera una diferencia conceptual, se puede
prescindir de finitud e infinitud y aplicar el concepto unívocamente
(Duns Scoto). Pero se trata de la entidad misma de las cosas, y Scoto reconoce
que ésta es análoga. Todas las cosas son entes referidas a Dios.
Pero esto es una inversión de la analogía, porque el primer
analogado ha de ser claramente percibido. Nadie ha visto a Dios. Cayetano
dirá que se trata de una analogía de proporcionalidad: lo que
es el ente respecto de las criaturas lo es el Ipssum esse subsistens respecto
de Dios. Pero seguimos en oscuridad. Ab-alidad del ente creado en cuanto tal.
El ente no es finito en cuanto tal, como en Eckehart o Mario Victorino. Dios
es el hiper-ente. Aquí hay graves problemas.
Cada una de las tres transcendencias supone la anterior. Son dimensiones completamente
distintas, pero fundadas unas en otras. Es menester distinguir: negar la interpretación
entitativa de las cosas no es negar la creación. Tomás ha entificado
las cosas y desde ahí la propia causalidad creadora. Ni en el NT ni
en la teología primitiva hay este interpretación entitativa
de la causalidad cradora, solamente cuando hay resabios de platonismo. Son
posibles otras interpretaciónes: Eckehart. Con Tomás no está
agotado el problema de la creación. Con el ente así concebido,
Tomás tiene que decir en qué consiste la inteligibilidad de
ese ente.
Art. 3: La índole de la metafísica. Hay que ver en qué
consiste la unidad del objeto de la metafísica para Tomás y
hay que ver cómo es posible una intelección verdadera de ese
objeto.
I) Unidad del objeto de la metafísica. En una ocasión Tomás
se da cuenta de que la entificación de la realida puede ser problemática.
El objeto unitario de la metafísica es el ente, cracionalmente considerado.
Esto envuelve las cosas y al Creador. La unidad de la metafísica es
unidad creacional del ente en cuanto tal. Metafísica como teoría
entitativa de la creación. El orden transcendental es el orden creacional.
Necesidad de algunas reflexiones:
Primero: ¿abarca el orden transcendental a Dios? Para Tomás
Dios no entra en el orden transcental. Sería tal vez el orden transcendental
subsistente. Los transcendentales ens, verum, bonum, unum se pueden aplicar
a Dios por analogía. Pero no es claro con res (quiddidad) y aliquid.
¿Quien es el aliud respecto al cual Dios es aliud quid? Lo será
el mundo respecto de Dios, pero no Dios respecto del mundo. La creación
no incrementa la entidad absoluta de Dios. Pero entonces no se puede decir
sin más que Dios es el orden transcendental. Las metafísicas
(Suárez) borran el res y el aliquid. Res lo hacen idéntico a
ens. Y del aliquid dicen que es idéntico a res. El orden transcendental
queda amputado.
Segundo: Se podría decir que ser creador es ser más que Ipsum
esse subsistens y ser criatura más que ser ens ab alio. Se dirá
que el más se explica por que Dios es el Ipsum esse subsisten y que
las cosas creadas son más por ser creadas. Pero podría ser al
revés: Dios sería el ipsum esse subsistens por su lo que él
es físicamente como usía, por sus cualidades. El ser sería
una emergencia de la ousía, de la res plenaria que se pertenece a sí
misma. Cayetano nunca admitió que la esencia conceptiva de Dios consista
en ser el ipsum esse subsistens, sino que sería el inteligir subsistente
mismo, y el ser de Dios sería una posición del inteligir. Ser
criatura es mucho más que ser ens ab alio. Grave ambivalencia: metafísica
como teoría del ente creado o como teoría del creador y de la
creación.
En definitiva, en la interpretación de Tomás:
1) El orden transcendental es la interpretación entitativa de la craecionalidad.
2) En segundo lugar, es un orden necesario, puesto que Dios es el Ipsum esse
subsistens. Todo lo transcendental en la criatura procede de Dios.
3) Es una necesidad antecedente. Es una necesidad antecedente. Si Dios creara
en cascada, craría primero la entidad del ser y después las
cosas que tienen ser.
En definitiva: El orden transcendental como canon metafísico y teológico
al que se ha tenido que ajustar la acción creadora de Dios. El carácter
necesario y antecedente se expresa diciendo que ser criatura es participar
del ser de Dios. Participación a la que es intrínseca la causalidad.
Cuando Tomás se pregunta si otro puede crear, dice que todo crador
humano supone una materia, y la creación es una alteración de
la misma. En la creación de Dios el ser participa, por así decirlo,
de la naturaleza del ser de Dios. "Por así decirlo": ahí
cruza por la mente de Tomás el problema de la entificación de
las cosas y de la res divina. Aunque se refiriera con el "por así
decirlo" a la naturaleza, sería la natura essendi. El orden transdencental
es el orden del ens creacionalmente considerado, necesario, y de una necesidad
antecedente. Las criaturas participan en lo que es Dios.
4) El orden transcendental tiene un principio transcendente que es Dios, el
ente supremo, ens a se.
5) Si las cosas creadoas consisten en la pura abaliedad, en ser ab alio, los
caracteres transcendentales conciernen al hecho puro y formal de la abaliedad,
y por tanto el orden transcendental es concluso y fijo.
Esto no es evidente. Se trata no solo de enunciados sobre el orden transcendental,
sino de su textura interna. Son los problema de la metafísica.
II) Cómo es inteligido el orden transcendental. La verdad es coincidencia
entre intelecto y cosas. Y, en segundo lugar, la verdad es transcendental.
Hay que ver las dos cuestiones.
I) Qué es la conveniencia en sí misma. El intelecto de la coincidencia
es doble: humano y divino. El humano no en lo que tiene de humano sino en
lo que tiene de finito.
1) El intelecto divino: hay una verdad, considerada en el horizonte de la
cración y de la nihilidad: Dios sabe lo que crea. Si Dios no fuera
inteligencia, la creación tendría ratio entis, pero no ratio
veritatis. Pero crea lo que ya sabe. Hay una idea preexistente en la mente
divina. Se puede enteder como emergencia de un acto de voluntad (Scoto) o
como imitabilidad intrínseca de la esencia divina. Idea. Dios como
intellectus originarius. Produce cosas conforme a su interna intelección.
De ahí la conveniencia con las cosas (toda cosa creada es ya cosa pre-intelecta).
La verdad radical sería conveniencia con la mente divina, después
llamada verdad ontológica. No conformidad del entendimiento con las
cosas, sino de las cosas con el entendimiento.
2) Intelecto humano. Crea muchas cosas de acuerdo a lo que lleva en su cabeza.
Pero no es la condición general de las cosas, no producidas por el
hombre. El entendimiento humano se conforma a las cosas. Todas las cosas,
en cuanto que son término de un acto de intelección, están
llamadas a conformar la mente. En este sentido su entidad psee un verum. No
verum logicum, sino su supuesto. Las cosas en cuanto sensibles envuelven una
ferencia al alma, que es en cierto sentido (=Aristóteles) todas las
cosas.
Pero además dice tomás que las cosas están constituidas
entre los dos intelectos, el divino y el humano. Las cosas naturales, por
su adecuación a ambos, son verdaderas. Respecto al divino por realizar
ideas, respecto al humano, en cuanto que por su propia índole está
llamada a conformar una justa estimación en la mente. La primera razón
de verdad es anterior a la segunda. Aunque el intelecto humano no existiera,
las cosas serían verdaderas.
II) Esta doble conveniencia es transcendental. Es evidente: como las cosas
son entes, la inteligencia divina se expande en los entes, participaciones
de la entidad subsistente en que Dios consiste. Y el intelecto humano consiste
en la capacidad de dejarse conformar por el ente. Ambas verdades son transcendentales:
conciernen al ente en cuanto tal. En el horizonte de la nihilidad: creadas
por Dios. En el horizonte de la nihilidad: el hombre ha de recibirlas en cuanto
entes. La verdad transcendental se funda en la entidad y, en segundo lugar,
consiste en la intrínseca inteligibilidad de la entidad. En tercer
lugar, tiene dos dimensiones, una que da a Dios y otra al intelecto humano.
De ahí que el hombre se vea posibilitado a elaborar el concepto más
abstracto de todos. Metafísica como teoría entitativa de la
creación.
Con Descartes la metafísica moderna va afrontar, aunque parezca paradógico,
problemas muy similares a los de Tomás.
Resumen: El orden del ente para Tomás es el orden del ente creacionalmente
considerado, sea el ente Dios creador o la realidad creada. Este orden es
intrínsecamente necesario, y es de necesidad antecedente. La creación
consiste en participar de la naturaleza de lo que es, naturam essendi. El
orden transcendental tiene un principio transcendente que es Dios. Y en las
cosas creaddas este orden es concluso y fijo, porque conciernen a la naturaleza
de ab alio, a la abaliedad del ente creado en cuanto tal. Hay una inflexión
del pensamiento de Aristóteles decisiva para la historia de la metafísica.
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