La Filosofía Primera En Aristoteles
La filosofía
griega como sumamente concreta, a pesar de haber sido vertida en moldes abstractos.
Crítica de las interpretaciones Heideggerianas por hacer violencia
a los griegos.
Aristóteles: "lo que desde siempre hemos buscado, ante lo cual
siempre hemos quedado en aporía: tí tó ón".
Qué es ese algo que siempre se ha buscado; en qué consiste la
aporía con la que se encontraron los griegos y cómo Aristóteles
elabora esa dificultad.
Art. 1) La búsqueda filosófica hasta Aristóteles. En
realidad dos siglos. En todo Oriente pregunta por el origen: nacimiento de
las cosas. En grecia no es mito (en el sentido de relato), sino que es teoría:
contemplar aquello que está ocurriendo en el origen. Este origen es
una kínesis. En este movimiento adquieren las cosas aquello que les
pertenece.
1) Primero en hablar de esto, Anaximandro. El principio es el apeiron.
A) Se trata de un problema de principio. arché. Sentidos: comienzo,
arconte, la dominación misma. Las cosas proceden de un principio. En
cuanto que de él salen las cosas, el principio es fysis.
B) El arjé es ápeiron. No es lo infinito, sino lo indefinido.
Materia? O tal vez algo tan indefinido que ni siquiera es materia?
C) De ahí surgen (génesis) las cosas que son (tois ousi). Péras;
peperásmenon: delimitación de lo que es. El principio no es
algo allende, sino un principio de las cosas en sí mismas. El movimiento
se opone a la delimitación y pugna con ella.
2) Heráclito niega que exista un arjé de las cosas. Simplemente
unas cosas proceden de otras, y el conjunto de la realidad es una harmonía,
un ensamblaje. Delimitación de las cosas no respecto del principio
indefinido, sino delimitación de unas cosas respecto de otras.
3) Parménides. Ve el problema. Acerca de la naturaleza: ése
es un título justo para su poema. Pero contra Heráclito y contra
Anaximandro.
A) No está claro que el momento de ser admita un principio. Las cosas
son o no son. Dos caminos. El ser es y el no ser no es. No hay más
que un camino válido: el de inteligir (noein) que las cosas son. Porque
efectivamente lo mismo es el noein que el einai. Kranz demuestra que es la
continuación de la tesis de un camino. Y no es una afirmación
hegeliana, sino un argumento, algo que al auditorio sonaba obvio (tó
gár). No es identidad formal, sino que lo propio del noein es entender
el ser. Lo mismo Aristóteles.
B) Pero qué es tó eón (en jonio). Las cosas son una delimitación
perfecta. Necesidad, destino implacable, no puede moverse. Delimitado. Y está
ahí, keítai. Yace. La interna sustancia de las cosas es ser,
y esto no admite dentro de sí diferenciación alguna, pues esto
implicaría un momento de no ser. Y precisamente por eso es una esfera.
Esto no es un símbolo, como dice Reinhardt, sino realidad.
C) Este ser no tiene principio, es ánarjon. Si tuviera principio tendría
movimiento y si tuviera movimiento tendría no ser. No hay generación
y corrupción. No se niega el cambio, sino que se le limita al terreno
de la doxa, de las opiniones, de las superficies, pero esto no afecta a la
índole misma del ser como creen los mortales. El ser es inmutable,
no es naturaleza.
4) Demócrito. Los átomos tienen las mismas características
de la esfera de Parménides: ingénita, indestructible, cambia
de lugar. Genialidad: puede haber un saber del movimiento sin recurrir al
ens mobile. Puede haber muchas esferas: no hay multiplicidad en el ser, pero
hay una multiplicidad de seres. De ahí la idea del stoijeion, del elemento
último del que están hechas las cosas. Entonces el no-ser tiene
una cierta realidad, que es la del vacío, algo semejante a lo que dirá
Platón, que nunca le cita.
5) Platón. Por encima de los elementos y por encima de la esfera está
el eidos. Infinitos átomos, pero una sola idea de átomo. El
ser una esfera, pero responde a una idea. El movimiento, a la idea de movimiento,
la cual es inmóvil. Hay sin embargo una parousía de las ideas
en las cosas.
Tenemos así los conceptos fundamentales del aristotelismo: principio,
limitación, ensamblaje armónico (táxis), mismidad del
ser e inteligir, el ser como algo que yace, eidos esencial. Es lo desde siempre
se buscaba; ¿dónde está la aporía?
Art. 2) Carácter aporético de esta búsqueda. Aporía
enunciada por Platón en el Sofista: decimos que esta realidad es fría,
que es caliente, decimos además que es, que estos elementos son. ¿Decimos
una tercera cosa junto a estas dos primeras? Platón dice: no lo sabemos.
Esta es la gran aporía. Creíamos que sabíamos lo que
son las cosas, pero cuando queremos decir qué es eso de que las cosas
son, nos vemos envueltos en una gran aporía. Toda la filosofía
anterior aparece como una gigantomajía perí tes ousías,
una especie de enorme gigantomaquia que los filósofos se traen unos
con otros.
Art. 3) La búsqueda de Aristóteles. Qué es lo que busca
Aristóteles y en qué consiste el encuentro con eso que busca,
el momento de verdad.
I) Qué es lo que Aristóteles busca. Pues tí tó
ón, que no es búsqueda del ente, sino búsqueda del "qué
es".
A) Primer paso, precisar qué es lo que buscamos cuando decimos de algo
que es. Aristóteles: pollajws légetai to on. Aunque Teofrasto
dice que esto es faneerón, Aristóteles se rompió la cabeza
para llegar hasta ahí. Cuáles son estos sentidos de la expresión
"que es"
1) En primer lugar, que es en el sentido de que es verdad. Frente a ello el
pseudós, el error, hace las funciones de no es: es lo que no es. No
en el sentido del ser y no ser como cópula de la frase: verdad en el
sentido de la afirmación.
2) Esta verdad remite a un momento interno de las cosas. Las cosas, decíamos,
son péras, son limitaciones, son limitadas. Estar delimitado es estar
acabado, tener su télos, su acabamiento: Péras queda precisado
ahora como enteléjeia, como acto, como tener el télos en sí
misma. Ejemplo de la bellota y la encima como enteléjeia. En tanto
que semilla es dymamis.
3) El eidos entiende Platón que le compete a la cosa de que se predica
por sí mismo. Aristóteles: problema de las propiedades accidentales.
Decimos de algo que es cuando enunciamos lo esencial de algo, lo accidental
no le pertenece propiamente al ser. Lo que es por sí mismo, kath'autó.
4) Algo es cuando se basta plenariamente a sí mismo. Totalidad de recursos
que constituyen su independencia. Ousía como este haber. Todavía
en griego moderno la herencia es periousía. Independencia como jwristón,
como algo separado de todo lo demás. En este centra su reflexión.
B) Segundo paso. Ejemplo de la salud. Todos los sentidos se reducen a uno,
lo demás por analogía. Hay seres solamente por analogía.
Unidad de todos los modos de ser con la ousía es una unidad por analogía.
Cuando de algo decimos que es, lo decimos en este sentido radical de ousía.
En este sentido último se acusan todas los distintos modos de ser.
Las categorías o los modos de ser según su independencia. Cualificación,
cuantificación, como modos distintos de ser. Diez categorías.
Nueve son modos de ser respecto de un sujeto que es. Se fundan en la décima,
que es la ousía.
C) Pero, ¿qué se entiende por ousía? Parménides:
en ente como algo que está ahí. No yace, sino subyace. Hypokeímenon,
substantia. Esto es lo específicamente aristotélico. A esto
llega Aristóteles por dos vías. Por la vía de la kínesis
y por la vía del lógos. Por la vía del logos: sujeto
de predicación que no se predica de nadie. Vía del movimiento:
sujeto que subyace a las variaciones. Pero, ¿es lícito identificar
las dos vías, que el estar por bajo de algo es lo que representa el
sujeto de la predicación?
Pregunta ulterior: qué es ese sujeto. Las cosas no están hechas
de la nada, sino de una materia prima. Pero esta materia prima no es la sustancia,
porque carece de determinaciones. La esencia de cada cosa tampoco es la verdadera
sustancia. La materia prima y la forma sustancial son inmortales, el sujeto
muere. Lo que es el sujeto es la symloké, la complexión de materia
y forma.
Pero esa realidad concreta está engendrándose y pereciendo,
con lo que parece diluirse la sustancia. Cuestión de qué suscita
ese movimiento. Qué es lo que hace que las formas pura estén
impresas en la materia. Recurso al Theós, que mueve sin ser el mismo
movido, como el objeto de amor y deseo mueve sin ser movido. Es la sustancia
separa, pues es la única que realiza la idea del jwristón, la
única que se basta a sí misma.
D) Cuarto paso: Qué es lo que busca. Qué es el que es. Dificultad:
4 sentidos del ser, 10 categorías; la sustancia en materia, forma,
compuesto, se le diluye la idea de lo que busca.
Aristóteles entiende que ninguno de los anteriores ha dicho en qué
consiste la realidad, sino que acotan una zona de realidad y nos dicen que
ella es el que es, pero se toma la palabra ser en toda su universalidad. Esta
es la prote filosofía, pero es una definición formal. Como buen
griego, está en el horizonte de la movilidad. Movilidad como un contenido
en su física y como horizonte desde el que descubre el ser. En la física,
es la región de las cosas que son por naturaleza, que nacen y mueren.
Pero a la hora de decir qué es el ser, lo considera en el horizonte
de la movilidad. El ser es lo que es ser siempre, el aeì ón.
Sobre los movimientos que transcurren en el tiempo, recurre a la idea órfica
del tiempo como un eterno retorno. El eterno retorno tendría que haber
ocupado un lugar más profundo en la metafísica aristotélica.
A Dios se le ve desde el movimiento, como el motor inmóvil. Es su teología
que no tiene nada que ver con la nuestra. Metafísica como filosofía
primera y metafísica como teología.
II) La filosofía primera como ciencia que se busca. Queda por decir
cómo se consigue verdad acerca del "que es".
1) Aristóteles recoge la identidad entre inteligencia y ser. No son
lo mismo formalmente. Lo que sucede es que la inteligencia está hecha
para el ser
Resumen de lo anterior
1) La metafísica de Aristóteles brota en el horizonte de la
movilidad de lo real. 2) Desde ahí la realidad fundamental brota como
algo delimitado y cerrado respecto de las demás cosas. 3) En esta realidad
se busca lo que es siempre. 4) Esta idea está tomada al hilo del logos.
5) La verdad aparece como la posesión intelectiva de lo que siempre
es dicho por el logos y visto por el nous. Estos 5 rasgos constituyen el interno
cañamazo de la metafísica de Aristóteles, no son algo
externo a ella.
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