Racionalismo

De carácter gnoseológico a la vez que metafísico, el racionalismo moderno parte de la convicción de que la realidad es inteligible. Sus raíces se remontan, en este sentido, a Parménides, aunque en éste haya una simplificación del planteamiento racionalista. Preocupado por el problema del método (Bacon, Descartes, Leibniz, Spinoza, Hume, Kant), y, en particular, del método matemático, el racionalismo remite también a Platón (cuyo dualismo de fondo no deja, por lo demás, de reproducir). Por otra parte, la oposición entre racionalismo y empirismo no es en modo alguno acertada, pues ni el racionalismo olvida la experimentación («empiría»), ni el empirismo deja de ser racionalista. Más bien debería hablarse de un racionalismo cartesiano (continental) frente a un racionalismo empirista (británico), uno y otro convergentes en Kant, en quien, en fin, no menos que en Leibniz y en Spinoza, se afirma el sentido más contemporáneo del racionalismo como posición ilustrada (desconfiada, cuando no claramente adversa) frente al dogma y a la autoridad religiosos, posición que la Revolución francesa, el materialismo de los dos últimos siglos y el marxismo han ido reforzando hasta el presente.

Anterior
Indice General
Siguiente